Y digo que fue VIAJE, con mayúsculas, porque fue unos de los mejores especiales de la historia del programa, sin ninguna duda. En su concepción, el equipo de producción del programa lo definiría como la versión Top Gear de una roadmovie americana, tomando un poco de Thelma y Lousie, Entre copas y National Lampoon's Vacation (que en España se titularía 'Locas vacaciones de una familia americana'), mezclado con otro poco de Deliverance en su justa medida. Comenzó siendo una continuación de los ya tradicionales retos de coches baratos, pero fue creciendo hasta convertirse en un especial completo, y llegando a ser uno de los rodajes más complejos de la historia de Top Gear, aunque el resultado merecería la pena, como podéis ver a continuación, y subtitulado en castellano.

Por supuesto, un especial así da lugar a numerosas anécdotas. Para empezar, la noche anterior a comenzar el rodaje, los presentadores se alojaron en un prestigioso, y como se demostraría durante su estancia, quisquilloso hotel en cuanto a la imagen de sus clientes. Como por allí no conocían a los presentadores, al ver a Jeremy Clarkson con su destartalado Camaro, los aparcacoches del citado hotel le indicaron la salida sin muchas contemplaciones, invitándole a no volver por allí más.

Más cosas: la vaca que Jeremy se encuentra, más que haber muerto por atropello, lo haría por causas naturales. Por desgracia, llevaba ya muerta varios días, y después de pasarlos a la intemperie, con el calor y la humedad reinantes en la zona, no estaba precisamente "fresca". En realidad, el olor que desprendía era digno del ambientador de Satán, y rezumaba líquidos corporales por cada uno de sus orificios. Lo malo sería comprobar como estos líquidos hallaron la manera de impregnar la ropa y el equipo de los cámaras. Tan malo era el olor, que prácticamente todo aquello que había cogido ese infecto aroma a putrefacción terminaría ardiendo o bajo tierra.

Por otro lado, el reto de decorar los coches para intentar que los presentadores fueran abatidos a lo largo de Alabama, nace de una idea que dieron en llamar 'The Texan Smart car challenge', un juego en el que se debía conducir un Smart ForTwo rosa a lo largo del estado de Texas tanto tiempo como fuera posible antes de ser abatido por sus "amables" habitantes.

Ya para terminar, comentan los productores del programa que una de las partes más complejas de este especial fue la relativa a los retos en circuito con el primo americano y gordo de the Stig. El problema radicaba en la dificultad de encontrar un circuito con más curvas de las necesarias para cerrar un óvalo de la NASCAR, cuyas carreras son muy populares en aquella zona, y en las que muchas veces los pilotos solo tienen que girar el volante en una dirección. Finalmente, dieron con el Moroso Motorsports Park, que además tenía el plus de estar infestado de cocodrilos.


Fuente: Top Gear en BBC.co.uk
Traducción libre de un servidor