Notas de producción: los Juegos Olímpicos de invierno (TG style)

Con la que está cayendo este verano, qué mejor que recordar uno de los especiales más frescos de la historia Top Gear. Y es que coincidiendo con los juegos olímpicos de invierno en Turín, allá por el año 2006, los productores de Top Gear pensaron que sería interesante crear una versión realmente invernal de los juegos, en un sitio realmente frío, como Noruega, en vez de una ciudad del norte de un país como Italia, con un clima tan benigno.

Así pues, se pusieron manos a la obra, y como buen programa nacido del vientre de Top Gear, en lugar de atletas de élite en busca de la perfección, estos especiales juegos olímpicos se convirtieron en una serie de pruebas en las que tres tipos de mediana edad se choteaban unos de otros rodeados de nieve y explosiones. Y por razones que aún se desconocen, a alguien le pareció una buena idea darle a Clarkson una carabina...

Para situaros un poco sobre lo que terminó siendo este especial de TG, podéis ver aquí el capítulo, en versión original:





Por supuesto, hay muchas curiosidades que se quedaron fuera del montaje final del programa. Por ejemplo, el arma automática que utiliza Jezza en el biathlon, una H&K, y con la que no consigue acertar a ningún blanco, fue comprada en una armería policial noruega. El dependiente de la armería les dijo a los productores que gracias a esa infalible máquina de matar, y su mira telescópica último modelo, le sería a Jeremy imposible fallar un solo tiro. Creo que no sabían muy bien a quien le vendían el arma...

También en esta prueba, el Audi Q7 que conduce James May tiene su anécdota: esa unidad fue la primera y única unidad de este modelo para pruebas que Audi mandó a Europa. Los responsables de la marca alemana hicieron todo lo posible para que estuviera a disposición del programa a tiempo, pero se llevaron una desagradable sorpresa cuando vieron como May lo metía en un hoyo enorme...

En la prueba de los saltos de esquí, en la que se lanza un Mini por un enorme trampolín propulsado por cohetes, hasta los componentes de TG se sorprendieron por lo bien que funcionó todo. Era la primera vez que trabajaban con pirotécnicos, y la verdad es que no las tenían todas consigo, pero tras ver el resultado, sus dudas se disiparon.

Por otro lado, la barrera que para finalmente al Mini tras el salto se colocó para evitar, evidentemente, que el coche, lleno de combustible, terminase fuera de control chocando contra los remontes de la estación, o prendiendo fuego al bosque cercano. El problema surgió al buscar paja para realizar las protecciones. La paja tiene un poder de absorción de energía muy alto, pero Noruega no es el mejor lugar para encontrarla por su frío clima, así que hubo que importarla ex profeso.

Otra de las pruebas que incluían estos peculiares juegos olímpicos de invierno fue el hockey hielo, aunque en este caso los jugadores en lugar de un stick utilizaron una pequeña flota de Suzuki Swift , gentilmente provistos por la marca, y "vestidos" como dos equipos de hockey reales, aunque ya nadie sabe cuales. El partido demostró, que como buenos jugadores de hockey, los Swift eran realmente resistentes, y aguantaban sin problemas la dureza del partido, con varios vuelcos incluidos.

Por cierto, para la ocasión se contó con un puñado de los mejores pilotos noruegos. Estos iban acompañados por sus mujeres, pero en lugar de estar interesadas por ir de compras, como pasaría con las mujeres de los futbolistas de la selección inglesa, lo único que querían era emborracharse. ¡Qué vivan las noruegas!

Fuente: Top Gear en BBC.co.uk
Traducción libre de un servidor

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