Viene de la primera parte

También me parece que deberíamos intentar algo parecido en nuestras carreteras, porque por mi experiencia, la mayor parte de los problemas no son causados por ir demasiado deprisa, ni por derrapar en rotondas. No. Los crean personas estúpidas. Tomemos como ejemplo las dobles filas. Stephen Fry no dejaría nunca su coche bloqueando la salida a otra persona. El duque de Edinburgo no aparcaría en doble fila en una calle estrecha. Y Stephen Hawking no dejaría la parte trasera de su silla de ruedas bloqueando el tráfico. Eso es porque son gente inteligente, que tienen en consideración las consecuencias de sus actos. Los imbéciles, no.

No tienen la capacidad cerebral para hacerlo. Ellos piensan: "Voy allí, así que aparco allí". Y todo pensamiento adicional podría hacer que su cerebro se licuase, así que no van más allá. Por eso no deberían dejarles conducir. Pienso lo mismo de la gente que conduce a toda velocidad junto a colegios. Yo no lo hago. Y si habéis leído hasta aquí sin que vuestro cerebro se derrita por el esfuerzo, vosotros probablemente tampoco lo hacéis. Pero Jason, con su Citroën Saxo verde lima piensa: "Voy con una tía en el coche. Y si paso a toda leche por aquí, se acostará conmigo. Y eso es bueno".

En esto, son como las langostas. Proporcionalmente, las langostas son las criaturas vivientes más estúpidas del mundo (al margen de Wayne Rooney). Si fueran del tamaño de un hombre, su cerebro tendría el tamaño de un par de cabezas de alfiler. Por lo tanto, saben comer, jincar y morderte un dedo si las intentas poner en agua hirviendo. ¿Le darías a una langosta un carné de conducir? ¿No, verdad?

Esta misma mañana, iba conduciendo por la A44 detrás de un tipo que iba a 50 km/h. Quizás es que no le gusta la velocidad. O puede que esté muy preocupado por la crisis del petróleo. Éstas son dos buenas razones para conducir a la misma velocidad que el Papa. Pero sacar cierto dedo a pasear y echar las largas cuando te adelantan sugiere que, sobre todo, eres un imbécil integral. Si estuviera en el poder, le quitaría su carnet, su coche y todo su dinero para que nunca pudiera comprarse otro. Y le arrancaría los huevos, para asegurarme de que su información genética no se perpetúe.

Mientras tanto, propongo que nos deshagamos del examen de conducir, que solo demuestra que sabemos aparcar y circular durante media hora. Una vaca podría pasarlo, si hubiera una manera de ponerla tras el volante. ¿Y qué prueba la parte teórica, con preguntas en las que tienes que elegir una respuesta entre cuatro posibles? ¿Que sabes utilizar un lapicero, y que tienes potra? Ninguna de estas pruebas te califica para conducir de noche bajo un aguacero, por poner un ejemplo. Por eso propongo que en su lugar se realice un test de inteligencia. Una nota alta indica que el candidato es lo suficientemente brillante para imaginar como funcionan los mandos del coche y que será capaz de conducir el coche de forma adecuada en diferentes circunstancias.

No tengo ni idea de cual sería la nota mínima, pero una vez seleccionada, todo el que no llegue se dedicará al fútbol en lugar de a conducir. De este modo, no harán falta los radares o los pasos elevados que intenten evitar un accidente en un lugar donde ya lo ha habido. Las personas inteligentes saben para qué sirve el volante, y qué pedal tienen que apretar cuando van directos hacia un árbol.

Sinceramente, preferiría mil veces estar en las carreras, que aquí pensando todas estas historias. Pero tristemente, no cumplo con el código de vestimenta...

Fuente: TopGear.com
Traducción libre de un servidor.