Os traía el otro día como le gastaron una broma a Richard Hammond en el programa Petrolheads, en el que le daba un buen golpe a su Ferrari. Ese Ferrari era uno de los protagonistas de uno de los retos de Top Gear, en el que cada uno de los presentadores debía agenciarse un superdeportivo por menos de 10000 libras, para después medirse en duelo en una serie de pruebas. ¿Qué hicieron con ese dinero? Jeremy Clarkson se agenció un Maserati Merak, Richard Hammond el ya conocido Ferrari 308 GT4, y James May un Lamborghini P250 Urraco.

Por supuesto, la intención era que Jeremy, Richard y James consiguieran recuperar su dinero fácilmente una vez hechas las pruebas, pero no contaban con cómo se torcerían las cosas durante la grabación de esta pieza, que podéis ver a continuación subtitulada al castellano, cortesía de McDrifter Blog.

Primera parte


Segunda parte


Como ya sabéis, Richard, después de grabar este reto, restauro su Ferrari. Por su parte, el Lamborghini de James fue comprado por un coleccionista de coches italianos, que se encargaría de restaurarlo para venderlo posteriormente. No tuvo tanta suerte el Maserati de Jezza, que terminó tan destrozado que fue desguazado y vendido por piezas.

Este mismo Maserati, que Jeremy comprara con su propio dinero, fue una verdadera ganga: pagó por el unas 7000 libras, a pesar de que su anterior dueño se había gastado justo antes de venderlo 10000 libras en reconstruirlo de nuevo. Aunque a Jeremy le depararía esta compra una pequeña y desagradable sorpresa. Al comprarlo, creía que se hacía con un modelo SS, muy raro. Cual sería su reacción cuando, comprobando las facturas que venían con el coche, vió que entre las compras que había hecho su anterior dueño se incluía un logo SS.

Los productores ya lo sabían, pero no le dijeron nada a Clarkson: era mejor que se enterara por si mismo...

Fuente: Top Gear en BBC.co.uk
Traducción libre de un servidor