WTF Car? of the year (y III)

Y por fin, el podio de los WTF car? del año, según TopGear.com, es el siguiente.

En el tercer escalón del podio, como ganador del premio al 'retorno no bienvenido' es para el Nanjing MG TF LE 500, que ha sido completamente rediseñado para poner al día uno de los supercoches más modernos del mercado. ¿O era al revés?

Es al revés. Solo se ha retocado algo el motor para hacerlo, supuestamente, más fiable, y se ha "rediseñado" la suspensión cambiándole únicamente los amortiguadores. A eso se le añade un equipo de música con mando a distancia de lo más cutre, y se vende por unos 17000 €, cuando se puede comprar un TF de segunda mano con pocos kilómetros por poco más de 4000 €.

En definitiva, comprar un Nanjing MG TF sería como comprar una tele de tubo en blanco y negro por el precio de una de plasma.

Segundo escalón del podio, y ganador del premio a 'la respuesta a la pregunta que nadie se ha hecho' es para el BMW X6.

Justo cuando la economía mundial se desploma, y todo el mundo comienza a darle importancia a las emisiones de CO2 de su coche, BMW lanza el X6, un todocamino que redefine el término "glotón" aplicado al mundo del automóvil.

Con espacio para solo 4 personas, parece como si alguien hubiera inyectado a un serie 6 con testosterona animal, para luego hacerle tenerse en pie sobre patines. A la hora de conducirlo, hay que reconocer que es bueno en carretera, a costa de ser completamente inútil haciendo off-road, y eso a pesar de las pintas que tiene.

No hace nada que ningún otro BMW de todo el catálogo de la marca no haga mejor, como si los responsables de su creación no hubieran tenido tiempo de preguntarse en algún momento: '¿para quién coño estamos haciendo este coche?'.

Y por fín, el ganador final de los WTF Car? del año, y también ganador al 'coche feo del año', es Ssangyong Rodius. Su versión anterior ya era horrible, sus condiciones dinámicas espantosas, y se balanceaba de forma inhumana en cada curva ya en su lanzamiento, hace 5 años. El año pasado Ssangyong prometía darle la vuelta a la tortilla, relanzando toda su gama de modelos, y por tanto, los chicos de TopGear volvieron a probar el Rodius.

¿El resultado? Que nada ha cambiado. El Rodius es igual de malo que hace cinco años. Pero peor. Peor porque, mientras que otros fabricantes han puesto toda la carne en el asador para modernizar sus gamas, y no perder comba con la competencia, Ssangyong todavía sigue intentando vender un monovolumen desfasado y feo, hasta el punto de que hace daño a la vista.

Un coche no debería parecerse al resultado de un experimento genético fallido, hecho por un científico ciego, manco y sádico, pero el Rodius lo consigue. Todavía.

Fuente: Blog 'the Foreman', en TopGear.com (1, 2 y 3)
Traducción libre de un servidor

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