Temporada 12, episodio 6

Sexto episodio de la presente temporada de Top Gear, y de nuevo, viene cargadita de cosas interesantes. Para empezar, Richard se encargará de probar dos balas de techo abierto: el Caterham R500, versión hipermusculada del clásico británico basado en el Lotus Seven, y el Veritas RS III. Esta reencarnación de un legendario constructor alemán (el primer fórmula 1 alemán fue un Veritas), monta bajo una carrocería hecha a mano en fibra de carbono y kévlar un potente motor BMW V10, proviniente de la serie M del fabricante bávaro. Para terminar esta sección, veremos el tiempo sobre la pista de pruebas de ambos coches a manos de the Stig, comprobándose que el Caterham R500 es muy, muy, pero que MUY rápido. Bastante más que el Veritas, e incluso un poco mejor que una de las vacas sagradas del automóvil: el Bugatti Veyron.

Después de la habitual sección de noticias, con un JC menos bocazas de lo habitual (es lo que tiene perder la voz), Jeremy y James invadirán la base aérea de Greenham para intentar ver si el bloque comunista hizo en su día algún coche que mereciera la pena, en vista de la próxima "invasión" de automóviles venidos de China. Probarán los rusos Lada Riva, Moskvitch 408, Lada Niva, ZAZ-968, el polaco FSO Polonez, el alemás oriental Trabant, un comunista británico, como el Morris Marina, y mostrarán un Velorex checo (con carrocería de cuero: y no, no estoy equivocado). Pero no habrá nada que les entusiasme, como es natural.

Como plato fuerte, el alcalde de Londres, y antiguo periodista, Boris Johnson, visita la pista de pruebas de Top Gear, para demostrar bajo la lluvia de lo que es capaz a los mandos del Chevrolet Lacetti, además de hacer trompos, en "Star in a reasonable priced car".

Para terminar, un viaje al pasado del programa (más o menos). A raíz de la carta de un telespectador, el equipo del programa se propuso realizar una prueba a fondo de un coche "normal", como es el nuevo Ford Fiesta, en lugar de los superdeportivos de costumbre. Así iba a ser hasta que Jezza se ofreció a hacerlo. Y lo hizo: para ello, responderá a las siguientes preguntas acerca del Fiesta: ¿Es un coche práctico? ¿Es económico? ¿Es divertido de conducir? ¿Se rompe a menudo? ¿Se aparca fácilmente? ¿Qué pasaría si me metiese con él en un centro comercial, perseguido por unos malos a bordo de un Corvette? ¿Es verde? ¿Te lo puedes permitir? ¿Y si la Marina Real Británica me pide participar en el asalto a una playa, puedo hacerlo con el Fiesta?

Vamos, lo típico que se hace en las pruebas que se leen normalmente en cualquier revista de automóviles. ¿O no?

Como de costumbre, podéis ver el capítulo en Corny.org, o bajándolo vía torrent.




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1 comentarios:

Anónimo dijo... @ 16 de diciembre de 2008, 9:51

Descojono general cuando Clarkson dice "Un coche diseñado hace 40 en Italia, "mejorado" al estilo ruso en la Unión Soviética y que a día de hoy se fabrica en Egipto... y aún más descojono cuando a James May se le hunde el botón de la marcha atrás en el salpicadero... oh Dios mío, que "jartón" a reír!!!